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Literatura y comida / Café Quito ¿Café La Habana? y los Detectives Salvajes

El Café Quito es un homenaje al Café La Habana de nuestra realidad. Es el sitio de encuentros de Roberto Bolaño en su novela Detectives salvajes.
Literatura y comida / Café Quito ¿Café La Habana? y los Detectives Salvajes

Por: Redacción / Fotos: Mediateca

Tres cafés con leche, tabaco barato, del que seca, del que curte la garganta: imanes de poetas rebeldes y soñadores que se pierden en el laberinto de la ideología. Ilusos de morral y de marxismo clavado en su joven sangre. Mesas de madera desgastadas por el tiempo y conversaciones eternas, paranoicas, incoherentes, que nos atisban y advierten sobre el tono y la psique de los personajes. Café Quito, testigo de las discusiones acaloradas, los versos improvisados y las risas desenfrenadas. El Quito de Roberto Bolaño sobre Avenida Bucareli es el Café La Habana de este otro multiverso al que llamamos realidad. Entre letras, narrativa y discurso Bolaño disfraza la realidad vestida de una CDMX que nunca existió.

Es el Café Quito de García Madero y de María Font, protagonista de la historia de Bolaño, que a ojos del detective se ve hermosa con su blusa oaxaqueña, de simbiosis de amores, caricias e ilusiones entre personajes que nos retratan complicidad y paranoia. Un restaurante bohemio y de olor a concha caliente con moronas en los labios. Ese lugar que desafía las convenciones y que busca la verdad en los márgenes de la sociedad. Un café, imaginario ¿imaginario? que se codea en cada página con personajes excéntricos y apasionados, como Arturo Belano y Ulises Lima, los líderes del infrarrealismo, un grupo de poetas que se autoproclamaban "los detectives salvajes" de la literatura.

Él recuerda las noches interminables en el Quit, donde el tiempo se detenía y las ideas fluían como un torrente. Allí, entre tazas de café que no es del mejor, se discutía sobre poesía, política y filosofía, al tiempo se recitaban versos y se planeaban revoluciones. El Quito era un refugio para los inadaptados, un espacio donde podían ser ellos mismos sin miedo al juicio o la censura. Y en ese multiverso, al que la literatura nos acerca, cuando hubiese dado Roberto Bolaño, por conocer al irreal Quito, o por ser fusionado con el real La Habana, entre letras, entre café, entre amores olvidados.

Pero en el  mundo fáctico, o en otro multiverso, el Quito es nuestro Café La Habana. Con sus paredes de madera, con su evocación al Che y Fidel. Con esa sensación de estar perdido en el tiempo, con ese aire revolucionario, legítimo o no, revolucionario al fin. Hoy por hoy sigue siendo un lugar para respirar la humedad y la nostalgia por esa isla de antaño en su un par de platos cubanos moros y cristianos y plátanos fritos. pero también encontrarás lo mexicano, lo adoptado o mejor dicho el destino de lo que ya no fue. Comida mexicana con enchiladas, machetes, tortas. Momentos, pan dulce y un espacio para respirar antes de regresar al presente.

  • Dirección: Av. Morelos 62, Juárez, Cuauhtémoc, 06600 Ciudad de México, CDMX
  • Teléfono: 55 5535 2620
  • Horario y días de operación: lunes a sábado de 7 a.m. a 12 a.m. Domingos de 7 a.m. a 11 p.m.
  • Ideal para: tomar un café y un desayuno mexicano
  • Tipo de comida: 
  • Pago: efectivo y tarjetas
  • Accesibilidad: sí.
  • Estacionamiento: no
  • Reservaciones: se pueden hacer por teléfono, pero no es necesario.
  • Transporte público cercano: metro Hidalgo.
  • Pet friendly: no
  • Adecuado para ir con niños:
  • Opciones veganas: no.
  • Precio de la cerveza: 45 pesos.

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