Lugares que ya no existen / Café Tirol, donde se tomaba el cafecito Carlos Fuentes
Café elegante, pero bohemio, ubicado en la Zona Rosa, donde dicen que se reunían los intelectuales de la época para discutir sobre arte y política.

Por Alejandro Pohlenz
Se dijo en los escogidos círculos intelectuales que Carlos Fuentes (1928-2012) se merecía el Premio Nobel. De los latinoamericanos, lo ganaron Octavio Paz, Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa. (Aunque no sé por qué le dan tanta importancia a ese premio, cuando Obama ganó el premio Nobel de la paz por algo que no hizo y tuvieron el empacho de otorgarle el de literatura a Bob Dylan). En fin: Nobel o no, sin afán de alardear, debo decir que he leído una buena cantidad de novelas de don Carlos. De muy joven (es decir, hace muchos años) me marcó “Aura”. Aunque la novela más reconocida de Fuentes ha sido “La muerte de Artemio Cruz”, la que más me ha gustado es “La cabeza de la hidra”; una historia sobre el poder ilimitado de las empresas petroleras.

¿Qué tienen que ver Carlos Fuentes con El Tirol?
El Tirol, por otro lado, es una región idílica en Austria, rodeada de montañas nevadas y donde todo es verde que te quiero verde (no sé por qué le dicen así a un acabado que le agregan a las paredes). ¿Cómo se asocian Carlos Fuentes y el Tirol? Gracias a que el Café Tirol, que se ubicaba en la Zona Rosa (en su época áurea), era donde don Carlos se reunía con sus cuates a dialogar sobre literatura y política y la inmortalidad del crustáceo. Bueno, eso señalan. También comentan que: “la presencia de figuras como Carlos Fuentes contribuyó a consolidar al Café Tirol como un espacio central en la vida cultural de la ciudad”.

La corta vida del Café Tirol
Operó en las décadas de los 50 y 60 (en 1950, Carlos Fuentes tenía 22 años). Como era hijo de diplomático se la pasaba del tingo al tango, pero “…llegó a México a los 16 años y entró al bachillerato en el colegio México.”
El Café Tirol se encontraba en una mansión antigua. Su ambiente era “acogedor y bohemio”. En las referencias se puede ver que el Café Tirol, después, se convirtió en una tienda, una boutique y una juguetería.
Desgraciadamente, no tenemos fotografías de este cafecito de la Zona Rosa que feneció a finales de los años 60, cuando yo era un niño.
Zona Rosa
Desaparecido
