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El misterio del taco placero

El nombre “placero” es más pragmático que ontológico, nos sirve para identificar aquello que no se parece a otra cosa, aunque no sepamos qué es.
El misterio del taco placero

Por Jajo Crespo 

De chicharrón sí, también de queso de puerco y de queso panela. Igual de aguacate y, ¿por qué no? de jamón o de frijoles y de sal. Definitivamente sí de salsa y sí de requesón y sí de charales o acociles. Puede que también de nopales, pero definitivamente no de pastor, ni de suadero, ni de bistec.
Según el Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana de Larousse, los tacos placeros son tacos (sic., lingüistas, sic., no me maten) de tortilla de maíz y puede ser relleno de varios ingredientes, pero, lo que lo identifica como tal es el ritual: “Se colocan en la mesa todos los ingredientes por separado y cada comensal coloca en la tortilla lo que desee”. Según el mismo diccionario, también se les llama “tacos de plaza”. 
Esto último tiene mucho sentido cuando se contrasta con lo que añade Wikipedia, donde se dice que el taco placero debe su nombre a que se compone de los ingredientes que se pueden encontrar en la plaza o tianguis y que no necesitan ser cocinados. Es decir, el taco placero es el taco sencillo por definición: compras medio kilo de tortillas, algo que meterle y va para adentro, por eso el taco placero no puede ser de pollo ni bistec. Así, se acostumbra que los rellenos del taco placero sean fríos, aunque no de forma exclusiva, porque el Diccionario contempla la barbacoa y la Wikipedia las carnitas.
Sin embargo, esta definición deja algunos nudos que no cierran del todo. Por ejemplo, técnicamente un taco de jamón serrano (porque sí lo venden en el mercado de San Juan) sería un taco placero; y si compras un sope en el mercado y se lo pones a una tortilla, también sería un taco placero; o, mejor aún, el sueño de Borges y los infinitos: un taco placero de taco de bistec que compraste en la plaza.
Yo pienso que ambas definiciones tienen algo de razón. “Taco placero” es una categoría utilitaria más que descriptiva, nos sirve para nombrar un fenómeno que no puede ser delimitado: pues, caben los tacos de carnitas si compras el kilo y te lo llevas, pero no caben los que te comes en el puesto. A final de cuentas, el taco placero son los amigos que hicimos en el camino. No, no es cierto. Lo que sí es cierto es que el “taco placero” es el ritual de compartir lo que tenemos a la mano, es el placer de la libertad del domingo de mercado.

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