Historias de crímenes en restaurantes de México / Ochoa Bali Hai, escenario del atentado en contra del llamado “Señor de los Cielos”
Adicto a los mariscos, el narcotraficante Amado Carillo Fuentes, casi pierde la vida en este restaurante gracias a un grupo de sicarios enviado por sus rivales, los hermanos Arellano Félix
Por Alejandro Pohlenz
Al mirar la controvertida película cómico-mágico-musical, Emilia Pérez (Jacques Audiard, 2024), se evocó en mí la “trágica” historia de don Amado Carrillo, mejor conocido como “El señor de los cielos”. Aunque al narcotraficante del filme se le practicó una operación de cambio de sexo, su rostro también se transformó completamente. Luego, fingió su muerte y se convirtió en Emilia Pérez. Al “Señor de los cielos” no le fue tan bien: dicen que murió en la plancha, cuando se sometía a una cirugía para volverse irreconocible. Los más maliciosos comentan que, como Emilia, simuló su deceso para desaparecer. Quién sabe.
No soy fan de las películas y series de narcos. Percibo que, en el fondo, les otorgan glamur y una “humanidad” que no merecen.
La fuente de mariscos del Bali Hai
Hoy queremos platicar del restaurante Ochoa Bali Hai, cuyo dueño, en el momento del atentado en contra del “Señor de los cielos”, ya llevaba operando una cadena de hoteles, cantinas, centros nocturnos y restaurantes. Pues al multicitado Amado Carillo Fuentes lo que le atraía era una fuente de mariscos confeccionada con camarones gigantes, jaiba rellena, ostiones y callo de hacha. El narcotraficante cortejaba su bomba de productos del mar con vino blanco.
En una de esas, en 1993, sus enemigos, los Arellano Félix (del cártel de Tijuana) mandaron a unos matones al Ochoa Bali Hai, sabiendo de la fascinación del capo por los mariscos. Se armó la balacera. “El Metro”, jefe de guaruras del susodicho hampón, repelió el ataque y salvó a su jefe.
La muerte de Amado Carrillo
Amado Carrillo Fuentes había nacido en Navolato en 1954. Lo apodaron “El señor de los cielos” porque le gustaba jugar con “avioncitos”. Tenía, incluso, un 727. Como lo andaban buscando en 1997 decidió metamorfosear su cara y supuestamente feneció por mala praxis médica. El Ochoa Bali Hai también dejó de existir después de la lluvia de balas. Fue demolido, porque hoy en día en su lugar hay un edificio de oficinas.
¿Habrá dejado buenas propinas “El señor de los Cielos” en el Ochoa Bali Hai?
Insurgentes Sur 1524, esquina con la calle Ceres.
Cerrado permanentemente.
