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Cantinas en CDMX / La Faena, cantina y museo taurino

En el número 49 de la calle Venustiano Carranza en el Centro Histórico de CDMX, se encuentra una de las cantinas más desconcertantes de la ciudad. Maniquís, mugre, rocola, y recuerdos de la Fiesta Taurina se mezclan con cerveza, quesadillas y diversión.
Cantinas en CDMX / La Faena, cantina y museo taurino

Por: YTME

Fotos cortesía de: redes sociales La faena

En 1954 la Cantina La Faena abrió sus puertas en lo que fue el Antiguo Palacio del Marqués de Selva. En sus inicios, era el sitio más concurrido por la Asociación de Novilleros. Testimonio de lo anterior, son las pinturas con temática taurina y los maniquís de novilleros que parecen cobrar vida. Regresan del inframundo con su porte, con su mirada altiva. Debe ser decepcionante regresar del inframundo para encontrar malos olores y una tauromaquia sustituída por unas clásicas de Los Tucanes de Tijuana.  Su aspecto fantasmal no pasa desapercibido, cuando, con dos bolas de cerveza, la gente jura que aquellas figuras cobran vida, sonríen e incluso toman vida con la música de la milenaria rocola. 

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La fama de Museo Taurino parece haber quedado en el pasado. La temática de la fiesta brava es más un testimonio del paso del tiempo. Los comensales que acuden parecen no percatarse de lo extraño del lugar. La fama a veces se gana no por la elegancia sino por el sincretismo que se esconde en su interior. El contraste de las mesas sucias y sillas de plástico, con el porte y el recuerdo de los novilleros me hace sonreír y sacar, sin que nadie me vea, mi gel de alcohol para las manos. Es un fenómeno que no se puede entender. Y es que, mientras se degustan unas emblemáticas quesadillas de papa con el queso desbordado, uno no puede dejar de percibir, y por qué no, disfrutar de la cumbia que los jóvenes de al lado pusieron en la rocola. Pero hay algo que no concuerda, pues los Ángeles Azules que acuden en los ecos de bailes y cantos, no parecieran ser coherentes con el refinamiento del novillero congelado en el tiempo que se encuentra en la pared que tengo frente a mi. 

El mesero ha llegado de nuevo, una nueva botana, una nueva promesa, el humo de la sopa azteca dilata mis poros y algo me llama la atención. Son unas luces que me recuerdan que la navidad se acerca, el altar a la virgen de guadalupe dice presente ante mis ojos. La mesa de plástico se mueve un poco y por un momento pienso que está a punto de colapsar. El buen ambiente y la historia se respira en cada sorbo dentro de la Faena. 

Hoy, a 70 años de su inauguración, es un lugar que promete resistir el paso del tiempo. Al salir, me topo con la antigua máquina registradora que está siendo visitada por una cucaracha. Un viaje en el tiempo, una mirada al pasado. He dejado el Museo Taurino con su porte, sus miradas desafiantes, su Paso Doble, su tradición, que si bien permanecen en sus vitrinas acochambradas, permanecen en la eternidad de la invencible “La Faena”.

    • Dirección:   Venustiano Carranza 49, Centro Histórico
    • Horario y días de operación: Lunes a domingo 11am a 1:00 pm, domingo 11:00 am a 10:00 pm
    • Ideal para: comida, cena.
    • Tipo de comida: mexicana
    • Pago: efectivo y tarjetas
    • Accesibilidad:
    • Estacionamiento: no
    • Reservaciones: no es necesario
    • Transporte público cercano: Metro Bellas Artes
    • Pet friendly: no
    • Adecuado para ir con niños: no
    • Opciones veganas: no

Etiquetas: Guías

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